Como agua para chocolate es un libro de Laura Esquivel publicado en 1989. La primera razón por la que os lo recomiendo es por lo bonito de la escritura. A veces, la historia más simple se convierte en una magnífica por la forma en la que está contada.
La historia es fácil de leer, no penséis que usa vocabulario o expresiones rimbombantes y raras. Qué va, cualquiera lo puede leer y engancharse a la historia. Y es ahí donde está la belleza de la escritura.
Lo dicho, es belleza para leer.
Por otro lado, la estructura es muy especial. Cada capítulo es una receta tradicional de la cocina mexicana de la época de la Revolución Mexicana, que es cuando sucede la historia. Los sentimientos y la historia se enredan con cada receta y se desarrollan al mismo tiempo.
En esta historia de amor y de familia, lo sobrenatural es parte de lo cotidiano y la cocina arte puro.
Resumen: Como agua para chocolate
Como agua para chocolate cuenta la historia de la vida de Tita, la hija pequeña, que, por tradición, debe de cuidar a su madre hasta que muera. Pero Tita se enamora y se rebela contra esta tradición. A parte, se hace otras preguntas como quién cuidará a todas esas hijas pequeñas obligadas a cuidar cuando ellas mismas sean mayores.
Pedro, su enamorado, la pide en matrimonio y su madre le dice que Tita no puede casarse ya que es la pequeña y la tiene que cuidarla hasta morir. La madre ofrece en cambio a otra hija, Rosaura. Pedro acepta casarse con Rosaura para así poder estar cerca de Tita.
Aquí empieza una historia de sufrimiento por amor y de rebelión contra las tradiciones. Pero también de liberación, de lucha y de honestidad y dignidad.
Os cuento un poco de los personajes sin contar demasiado del libro.
Pedro se casa y tiene hijos con Rosaura. Sufre él y sufre Rosaura que sin problema se casó con el novio de su hermana pero que desde el principio del matrimonio está enferma de envidia.
Tita sufre también y más teniendo en cuenta que ella no sabe que Pedro se casa para estar cerca de ella.
John, pretendiente de Tita, representa la honestidad, la dignidad, la bondad y una ética que dudo que haya humano sobre la tierra que lo iguale. Es el personaje más noble que creo haber leído.
Gertrudis, la otra hermana pequeña, es la liberación hecha vida. La escena a caballo es… liberadora. Bueno, para ella no, al menos, no lo suficiente. No digo más.
Tita, la protagonista, es la fuerza que intenta romper las tradiciones injustas. Representa a todas aquellas mujeres (y hombres) que se rebelaron contra lo establecido y lucharon por lo que era justo. Ella se niega a aceptar la vida que han decidido para ella. No reniega de la tradición ya que, por otro lado, ella representa también la continuación de la tradición más bella que en este caso es la de las recetas y el buen hacer en la cocina y hará lo posible por que no se pierda con ella.
La madre y Rosaura representan la opresión y la perpetuación de las tradiciones injustas aunque ellas mismas hayan pagado con su propia felicidad las consecuencias de esas tradiciones que quieren mantener. Si Tita es la valiente, ellas son las resentidas: tú lo harás ya que yo también lo tuve que hacer.
Podría hablar de Chencha y Nacha pero mejor que lo leáis.
Respecto al final, yo prefería al otro ;D.
¿Cambiarías al hombre del final?
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