Seguramente os he hablado ya de la súper productividad creativa de uno de mis peques. Una cosa exagerada en cantidad. Los dibujos en sí son normales, pero las historias que cuenta en ellos son extraordinarias.
Y en cantidad.
Mucha cantidad.
Comunica lo que ve, lo que inventa, lo que le preocupa y lo que le gusta en sus dibujos. Yo digo que vomita ideas en vez de dibujar.
Es increíble la cantidad de información que puede condensar en un único folio.
Jamás me había entrometido en la forma de dibujar de mis peques hasta que un día tomando un café con otra madre, vi unos dibujos que hacían sus peques en forma de cómics.
¡Cómics! ¿Cómo no se me había ocurrido antes?
Lancé la idea al aire y le entusiasmó al momento.
Probamos.
Al principio, para hacer sus propios cómics dividía las hojas con una regla, pero, al dibujar tanto, se le perdían partes de las historias más largas o se liaba con las páginas.
Se me ocurrió que podía imprimirle las páginas divididas para que se concentrara en las historias.
Buscando plantillas en Internet, me di cuenta de que lo de crear cómics propios está muy extendido y existen unos cómics vacíos para rellenar. Vienen a ser como cuadernos, pero con las divisiones típicas de los cómic ya hechas. Cómics en blanco, vamos.
Con el precio que tienen, no compensa gastar tinta y folios imprimiendo hojas sueltas con las divisiones.
Nosotros hemos comprado varias veces el mismo cómic en blanco y también lo hemos regalado con mucho éxito. Nos parece un regalazo del que tiramos bastante porque tiene buena acogida, sorprende y es baratito.
Os pongo algunas fotos y os cuento que me gusta que tengan y que no estos cómics en blanco.
Estas son fotos del cómic en blanco que tenemos nosotros:
Crear tu propio cómic: cómo elegir un cómic vacío
Ya os digo que me parece fantástico tanto para nuestros peques como para regalar, pero hay opciones mejores que otras.
Cado uno tenemos nuestras prioridades, está claro, y os voy a decir en que me basé yo a la hora de comprar un cómic en blanco. Para mí, todo se resume en que sea lo más personalizable posible.
El cómic es un paso más allá a la hora de plasmar lo que tienen en la cabeza: ordenan sus ideas y las cuentan con un inicio, un desarrollo y un final. Busco que su creatividad pueda fluir sin apenas trabas.
Mis exigencias para elegir un cómic vacío:
- Portada y contraportada. Prefiero que los peques puedan dibujar y personalizar también la portada y contraportada. La idea es que sean lo más suyos posibles.
- Divisiones. Me fijo en dos cosas: la primera, es que no todas las páginas estén divididas igual para que no se haga tan monótono al dibujar; la segunda, es que tengan algo de margen para que sea más fácil dibujar, sobre todo en la parte interior, y para que puedan poner títulos a las distintas historias.
- Número de páginas. Para los niños más pequeños con 100 tienen más que suficiente. Para empezar, porque hacen sufrir mucho a los cuadernos y, además, porque según crecen, van a querer nuevas portadas y no ir por ahí con lo que dibujaron cuando eran más pequeños. Son económicos así que veo más práctico y limpio un cómic al año que uno gordísimo que dure dos o tres años. De adolescentes para arriba muy productivos, quizá 150 páginas vayan bien.
- Sin bocadillos. Para mi esto es una línea roja. Los bocadillos pre dibujados cortan completamente la creatividad y la historia tiene que adaptarse sí o sí a esos bocadillos. NO rotundo.
- Tamaño. Sin duda tamaño más o menos en A4. Dibujar en pequeñito es muy difícil.
- Grosor páginas. 90 gr mínimo.
Dicho esto os enseño los dos que más me gustaron y por dentro son iguales:
- Cómic en blanco, portada y contraportada en blanco, 100 páginas, páginas con distintas divisiones y NO tienen bocadillos (es el de las fotos, tiene alguna división distinta más). Es el cómic vacío que nosotros tenemos y hemos regalado mucho. A los niños les encanta y ya os digo que es porque es totalmente dibujable, hasta la portada.
- Cómic en blanco, igual por dentro que el otro pero con 150 páginas y portada distinta. No lo tenemos, pero lo he visto y sé que también ha gustado mucho. Está genial y sería sin duda mi segunda opción.
Pues ahí os lo dejo, repito que me parece un ideón para regalar tanto a niños como a adolescentes o a cualquiera que le guste dibujar historias en formato cómic y son baratitos.
¿Dibujan vuestros peques cómics? ¿Habíais probado antes con cómics vacíos para que ordenaran sus ideas en historias dibujadas?
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Brindarle pinturas a los niños es una excelente manera de fomentar su creatividad y expresión artística. Les permite explorar su imaginación, desarrollar habilidades motoras y, al mismo tiempo, disfrutar de un momento divertido y relajante.