Lo primero es asumir que no vamos a irnos de vacaciones para poder organizar algo genial pero cerca. Parece que cuesta.
Lo segundo querelo, querer unas vacaciones que flipas de guays.
Con la cabeza en lo que pudo ser y no va a ser, es más difícil disfrutar del aquí y ahora, que es lo que toca.
No lo digo por experiencia. Una servidora tenía claro desde que todo esto estalló que este año las vacaciones las pasamos donde estamos. El riesgo NO compensa.
Pero a mi alrededor la mayoría tenía y mantenía sus planes en otro país.
Con las semanas, hartos de la pandemia todos soñamos con las vacaciones de siempre. Más incluso que ningún otro año.
En marzo las vacaciones de verano quedaban lejos y no se veía la necesidad de cambiar de planes. Ahora el verano está aquí y la pandemia también sigue aquí. No se ha desvanecido y ya sabemos que las vacaciones de siempre tardarán mucho en volver, si es que vuelven.
El fin de semana pasado en el trabajo todos hablaban de lo mismo: habían anulado o van a esperar al último momento para irse.
Muchos de los que se iban ese mismo fin de semana no lo harán.
El motivo principal son las cuarentenas NO pagadas. Quedarse sin sueldo, pesa más que enfermarse gravemente. Lo vemos real, es medible e inmediato.
No es que a la gente no le preocupe su propia salud, la de su familia o no expandir el virus, aunque hay de todo. Mucha de esa gente se iba a sus países de origen, a sus propias casas y en sus propios coches. No le veían mucho riesgo si mantenían las recomendaciones de seguridad.
El problema es que eso tiene sí tiene un riesgo. ¿Y cómo se rebaja ese riesgo y su daño potencial? Con cuarentenas.
Si te vas a tu país y de repente decretan cuarentena a los que llegan de un determinado país o por una determinada ruta o, peor, confinamiento sin fecha de caducidad las vacaciones no lo serán.
Peor aún, a la vuelta puedes tener otra vez cuarentena. O que el país esté en confinamiento, cierre fronteras y no te permita entrar, según la situación.
Por supuesto, sin sueldo todos los días que te pases de tus vacaciones.
Pues ya está, no hay vacaciones…fuera.
Organízalas en casa o cerca y listo.
No pierdas el tiempo con lamentos ni quejas.
Asúmelo.
Ya.
¡Manos a la obra!
Por casa me refiero a durmiendo en casa y haciendo actividades o visitando sitios relativamente cerca.
También se puede dormir en un hotel o ir de acampada pero no lejos. Aquí no me voy a meter en distancias porque hay zonas donde hay mucho que hacer y otras en las que no hay casi nada y habrá que ir algo más lejos.
Ventajas de hacer las vacaciones en casa (saliendo de casa)
Tiene un montón, en general. Aunque variarán según donde vivas.
- No hacer colas en el aeropuerto.
- No perder el tiempo del desplazamiento.
- Ahorrar el dinero del desplazamiento.
- Ahorrar el dinero del alojamiento.
- No engordar con los buffets libres.
- Descubrir los alrededores.
- Con lo que te has ahorrado ir a sitios a los que normalmente no vas: restaurantes, spas, hoteles que estén cerca y te gusten.
- No tener que hacer ni deshacer las maletas.
- Descubrir sitios a los que podrás volver en puentes o fines de semana porque están cerca.
- Colaboras en la recuperación económica de tu pueblo o de los pueblos cercanos.
Como organizar unas vacaciones regionales
IMPORTANTE: muchos negocios no pueden trabajar al 100% de su capacidad y además tienen que tener medidas de higiene adicionales con el costo económico que esto les supone. Es normal que tengan incremento de precios o tasa especial coronavirus, entendámoslo y tengámoslo en cuenta en nuestros presupuestos.
IMPORTANTE II: Según como vayas de estrés elige actividades más de relax o más cañeras. Puedes empezar con algo más relajante para los papás pero que de trabajo a los peques. En nuestro caso es que jueguen en la orilla del lago o río. Nosotros nos sentamos cerquita o con los pies en el agua. Se pueden tirar varias horas ahí. ¿Te imaginas algo más relajante?
- Márcate un presupuesto. Podemos tener sensación de que vamos a ahorrar porque no hacemos un viaje largo y eso nos puede llevar a pasarnos gastando. Marca cuanto es el máximo que quieres gastar y organiza las actividades en base a ese máximo. Si te pasas, reorganiza y sustituye algunas. Presupuestar de antemano es la forma de controlar nuestras finanzas. Ir gastando y ver lo que sobra nos puede traer disgustos y más en situaciones de inseguridad como la actual.
- Prepara un calendario con las semanas de vacaciones. Lo puedes imprimir (hay muchos por Internet) o dibujar. Que tenga bastante espacio en cada día.
- Pernoctas: es lo primero que tenéis que decidir tanto por ajustar el calendario como por el presupuesto. Haced una lista con los sitios en los que os gustaría pasar una o más noches. Después id viendo si encajan en el presupuesto. Incluid esos hoteles, casas rurales, balnearios o zonas de acampada a los que nunca habéis ido porque están muy cerca. Esta es la excusa perfecta para visitarlos.
- Ocio en un radio de 30/40/50 minutos de vuestra casa o de donde vais a pernoctar, bien a pie, bien en coche o como sea que os vayáis a desplazar. Pueden ser parques acuáticos, museos, parques de cuerdas, cines, planetarios, balnearios, acuarios, rutas de senderismo, hacer queso (o similar), cuevas, ríos, bosques… Tened unas cuantas rutas al aire libre, lo demás lo cerrarán antes si hay repuntes de contagios. Apuntad los precios en las que hay que pagar en una lista y en otra lista con los que son gratis.
- Haz una lista de los restaurantes a los que os gustaría ir a comer y a cenar. Los que están cerca de casa y los que están cerca de los posibles lugares donde queréis pernoctar o que queréis visitar. Enteraos un poco de los precios, después veremos si encajan en el presupuesto o habrá que renunciar a alguno.
- Marcad en el calendario primero las pernoctas. En base a eso, los sitios que queréis visitar y las actividades que queréis hacer. Puede que os encajen al ir o al volver.
- Calculad el presupuesto.
- Marcad en el calendario los restaurantes a los que queréis ir con lo que os queda de presupuesto.
- Apuntad picnic donde necesitéis comer pero no tengáis restaurante a mano, no os encaje en el presupuesto o simplemente donde os apetezca. Decidid en que van a consistir los picnic y apuntadlo así no os romperéis luego la cabeza y evitaréis exagerar llevando demasiado. Os recomiendo que los mantengáis simples en plan bocadillo, fruta y agua. Iréis menos cargados, no os dará la lata prepararlo y comeréis sano.
- Revisad todo. Reajustad en el calendario hay actividades que solo se hacen ciertos días.
- Haced las reservas, si procede y volved a reajustar en el calendario.
- Revisad si con las reservas hechas no os habéis salido del presupuesto y eliminad algo si es necesario.
Si vais con el presupuesto muy ajustado o dudáis mucho de que puedan volver a cerrar sitios, las rutas de senderismo y el picnic son lo mejor de lo mejor. Si hay una zona de baño cerca ya es lo más de lo más. Por encima os ayudarán a estar en forma.
Tener un calendario, un presupuesto y alternativas de antemano os evitará frustraciones, perder tiempo y dinero y os ahorrará rabietas.
¿Cuál es el sito al que te gustaría ir que está cerca y por eso nunca has ido? ¿Por qué tenemos la idea de que la vacaciones son lejos?
Muy buenos consejos! Este año las vacaciones serán diferentes, nosotros también nos vamos a quedar cerca de casa. Pero bueno, yo sí creo que los veranos «de siempre» volverán… aunque no sé cuándo. Mucho ánimo y felices (aunque raras) vacaciones!
Yo creo que habrá una evolución y que las mascarillas y/u otras medidas higiénicas estarán presentes. Pero bueno, es lo que hay. Ya veremos.