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Qué hacer y qué no hacer tras el diagnóstico de autismo: Guía para familias

Familia camina unida en un prado


Este interesante post sobre autismo lo ha escrito Rosó García, psicóloga especializada en autismo de la Generalitat de Catalunya.

Recibir un diagnóstico de autismo puede ser un momento abrumador y lleno de emociones. Es natural preguntarse qué pasos seguir una vez recibes el diagnóstico para asegurar el bienestar y el desarrollo de tu hijo o hija.

A continuación, se ofrecen algunas pautas esenciales sobre qué hacer y qué evitar después de recibir un diagnóstico de autismo.

Qué hacer

  1. Buscar información y apoyo
    Informarse sobre el autismo es crucial. La psicoeducación es el primer paso para comprender y manejar la situación de la mejor manera posible. Entender en qué consiste el autismo, conocer qué aspectos debemos prestar atención y cómo actuar para el beneficio de nuestro hijo o hija, es crucial. Para obtener este conocimiento hay numerosos recursos en línea, libros y organizaciones que ofrecen información valiosa sobre el autismo, pero es importante saber que tanto en internet como en las redes sociales hay mucha información y no toda es ajustada ni contrastada, por eso es importante acudir a expertos que puedan orientar y dar información veraz que ayudará a entender mejor las necesidades y comportamientos de tu hijo o hija.
    Además de educarse, es altamente recomendable buscar grupos de apoyo para padres. Existen varias asociaciones de padres y madres con hijos/as con autismo. Acudir a estos grupos puede proporcionar una red de comprensión y solidaridad, permitiendo compartir experiencias y recibir consejos prácticos de otros padres y
    madres que están pasando por situaciones similares. La conexión con otras personas que están en la misma situación, puede ofrecer una gran cantidad de apoyo emocional y práctico.
  2. Considerar terapias e intervenciones
    Otro aspecto fundamental es empezar la intervención cuanto antes, así estamos garantizando un mejor pronóstico. Por tanto, es importante acudir a profesionales que puedan orientar qué tipo de intervención es la que necesita el niño o niña, ya que el autismo es un espectro y, por lo tanto, cada niño/a tiene sus propias
    necesidades. Los profesionales pueden realizar evaluaciones detalladas y desarrollar planes de
    tratamiento personalizados que aborden las necesidades específicas de tu hijo o hija. Cuanto antes se inicien las intervenciones, mayores serán las probabilidades de mejorar las habilidades y la calidad de vida del niño.
  3. Colaborar con la escuela
    Trabajar en estrecha colaboración con la escuela es esencial para asegurar que tu hijo/a reciba el apoyo educativo necesario. A nivel educativo, existen numerosos recursos para atender las necesidades de los niños y niñas con autismo. Es muy importante trabajar de manera coordinada entre todos los profesionales que trabajan con el niño o niña, incluyendo la familia. Participar activamente en las reuniones de planificación educativa y mantener una comunicación abierta y regular con los maestros/maestras y el personal de la escuela puede garantizar que tu hijo/a esté recibiendo las adaptaciones y el apoyo necesarios para su éxito académico y social. La colaboración con la escuela también puede ayudar a crear un entorno más inclusivo y comprensivo para tu hijo.
  4. Establecer rutinas claras
    Las personas con autismo a menudo encuentran consuelo en las rutinas. Establecer horarios regulares para actividades diarias como comer, dormir y jugar puede ayudar a reducir la ansiedad y proporcionar una sensación de seguridad.
    Las rutinas predecibles permiten anticipar lo que sucederá a continuación, lo que puede ser especialmente útil para aquellos que tienen dificultades con los cambios y las transiciones. Al mantener una estructura constante, los padres y madres pueden crear un entorno más predecible y calmado para su hijo o hija.
Familia camina unida en el bosque

Qué NO hacer

  1. Evitar el estigma
    No permitas que el estigma o el miedo al juicio social te impidan buscar el apoyo
    necesario. Es fundamental entender que el autismo es un trastorno neurológico y no es culpa de nadie. Luchar contra los estigmas sociales y abogar por la comprensión y la aceptación del autismo puede ayudar a crear un entorno más inclusivo y comprensivo para tu hijo o hija.
    Aceptar el diagnóstico y buscar abiertamente la ayuda necesaria puede ser un paso importante para romper las barreras del estigma y promover una mayor conciencia y aceptación del autismo en la comunidad.
  2. No ignorar el autocuidado
    Cuidar de un niño con autismo puede ser desafiante y, a veces, agotador. Es importante que los padres y madres también cuiden su propio bienestar emocional y físico. Buscar tiempo para descansar y recargar energías no es egoísta; es necesario para ser un buen cuidador.
    El autocuidado puede incluir actividades como hacer ejercicio, participar en pasatiempos, socializar con amigos y buscar apoyo emocional a través de la terapia o grupos de apoyo. Al cuidar de tu propio bienestar, tú estarás mejor preparado para ofrecer el apoyo y la atención que tu hijo o hija necesita.
  3. No comparar
    Evita comparar con otros niños o niñas, ya sea neurotípicos o con otros en el espectro autista. Cada infante es único y se desarrollará a su propio ritmo. Comparar a tu hijo o hija con otros puede generar expectativas poco realistas y causar frustración tanto para ti como para tu hijo/a. En lugar de comparar, enfócate en los progresos y los logros individuales. Celebra cada pequeño avance y reconoce el esfuerzo y la dedicación que tu hijo o hija está poniendo en su desarrollo. La apreciación y el apoyo pueden ser una gran fuente de motivación y autoestima.
  4. No retrasar el acceso a los recursos
    No pospongas la búsqueda de ayuda o recursos. Cuanto antes se inicie el tratamiento o las intervenciones, más efectivas pueden ser. Actuar cuanto antes puede marcar una gran diferencia en el desarrollo y la calidad de vida de tu hijo o hija.
    Aprovechar los recursos disponibles lo antes posible puede dotar al niño o niña de las herramientas y el apoyo necesarios para superar los desafíos y alcanzar su máximo potencial. La intervención temprana puede influir significativamente en el desarrollo de habilidades sociales, de comunicación y conductuales.

Conclusión

Recibir un diagnóstico de autismo puede ser un momento desafiante, pero también es una oportunidad para aprender, crecer y encontrar nuevas maneras de apoyar el desarrollo de tu hijo o hija.

Al informarte, buscar apoyo, colaborar con profesionales y cuidar de tu propio bienestar, tú puedes crear un entorno positivo.
Recordar lo que se debe y no se debe hacer tras un diagnóstico de autismo puede proporcionar una guía clara y útil para los padres y madres que navegan por este nuevo camino.

Con comprensión, paciencia y amor, tú puedes ayudar a tu hijo a alcanzar su máximo potencial y a llevar una vida plena y feliz.

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