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Lactancia materna: +30 sorpresas inesperadas

Esto de la lactancia no es tan complicado como nos lo pintan. Lo complicamos nosotros. Lo digo yo que los tres primeros meses daba de mamar a mi nena hasta catorce veces al día.

La cosa es sencilla: esto de dar la teta es lo mejor que puedes hacer por la salud de tu bebé, más que demostrado, y es a demanda.

A demanda del bebé. Es decir, cuando pide se le da.

Punto.

No hay más, en serio. Por lo visto el cerebro del bebé autoregula perfectamente la cantidad de leche que necesita.

No, claro no siempre te vendrá bien que le de el hambre pero eso da igual que seáis de pecho o de bibe.

De hecho, a veces te vendrá fatal. Y no esperes paciencia de un recién nacido. A los tres meses largos la cosa mejora o nos lo parece porque ya estamos todos, bebé incluido, curtidos en el tema, no sabría decírtelo seguro.

Tras seis meses (menos una semana) de lactancia materna exclusiva y aún amamantando a los casi dieciocho meses te puedo hacer algunas sugerencias si estás pensando dar la teta.

SUGERENCIAS PRE-TETA (mamis embarazadas que quieran amamantar a sus bebés)

  1. Información, información y más información. Informarse hoy está chupado y es gratis con Internet. Cuanto antes empieces y cuanto más aprendas, mejor. Puedes empezar por averiguar qué es el calostro, cómo se produce la leche, su composición y como esta se adapta a las necesidades del bebé. Sigue por los beneficios para el bebé y la madre o por las posturas para amamantar, sobre las obstrucciones, bultos, mastitis, puntos blancos o negros en el pezón… Unos temas te llevarán a otros.
  2. Busca apoyo dentro y fuera de casa. Tu pareja es fundamental pero si con la información de Internet no te sientes segura consulta con tu matrona y busca grupos de apoyo a la lactancia. Lamentablemente no todos los profesionales sanitarios están por la labor de colaborar. Les importa un pimiento tu lactancia materna y si ven que vas a darles trabajo con eso, intentarán disuadirte.
  3. Qué nadie te líe. Ni tú misma: puedes tener algunas complicaciones derivadas de la lactancia materna. A cambio los beneficios para el bebé son muchos, Y no solo físicos porque no hablemos de lo que tranquiliza una teta, oye (sí, lo deben heredar del padre, jajajajaja). Donde puedes tener muchas complicaciones es con la vuelta al trabajo. Quizá la cosa se te haga muy cuesta arriba antes de acabar enferma a causa del estrés valora dejarlo parcial o totalmente. Los bibes no son lo mejor pero son lo segundo mejor. Cero remordimientos escojas lo que escojas, es tu vida y tu decisión.
  4. No compres ni sacaleches ni nada hasta saber que lo vas a necesitar 100% seguro. Guárdate el dinero…de momento, al menos. En este post te cuento que se necesita para alimentar los primeros días a un bebé y que debes valorar para adquirir ciertas cosas.
  5. Ve pensando respuestas para aquellos que te empiecen a decir que no le des más la teta, que es tontería, que no sirve para nada, que ya es grande, que ya tiene dientes… ¿Tú quieres darle el pecho? Pues hazlo. Esta gente no es que tenga mala intención, es que hablan por hablar y sin pudor ninguno. En Internet encontrarás respuestas de otros padres para inspirarte ¡Uajajajaja (risa de mala malotísima)! Por favor, sé diplomática o serás como ellos. Otra cosa, no critiques las decisiones de otras madres, teta, bibe o mixta. No las pongas en la situación en la que tú no quieres estar. Respeto.
  6. Los bebés no vacilan, ni toman el pelo ni chorradas por el estilo. Tienen necesidad de alimento, calor o amor.  Tu pecho tiene todo eso (aquí los papás dirán que ellos quieren de las dos últimas, pues a la cola, jejeje).

Después de estas sugerencias pre-lactancia materna te cuento cosas que yo no me esperaba con esto de la lactancia, puntos positivos y negativos.

Antes de nada vamos a ponernos en situación. Mi niña nació en un hospital de Suiza en un entorno muy pro-lactancia materna. Le di pecho exclusivamente hasta una semana antes de los seis meses y con casi dieciocho seguimos con pecho.

Nunca ha tomado un biberón. No trabajé fuera de casa hasta ahora y esto influye mucho en como se desarrolló la lactancia y en mi experiencia, definitivamente.

Cosas de la lactancia materna con las que no contaba

  1. Es tremendamente absorbente si tu bebé es tan demandante como el mio. Pero de no poder ni ducharte, ni comer, ni nada que no se pueda hacer con un bebé al pecho. ¡Vivan los fulares portabebés!
  2. Da una sed intensa, como nunca había sentido antes. Siempre tenía una botella grande de agua al lado de la cama y siempre bebía antes y después de cada toma.
  3. Dando teta sabrás lo que es tener hambre. Pero hambre de verdad. Necesidad de alimento desde lo más profundo de las entrañas. Snacks sanos a mano siempre y una dieta rica y variada.
  4. Adelgaza a lo bestia. Comí más que nunca en mi vida, sano, que quede claro, y los quilos se esfumaban. ¡Eeeeh! Conste que dí de mamar cada hora (a las 8, a las 9, a las 10…) durante el día los tres primeros meses. Cada vez que pedía. Siempre. Que conste.
  5. Da calor y hace sudar…¡a mares!. No soy muy de sudar pero los primeros MESES sudé dando el pecho lo que no había sudado en mi vida.
  6. Da un sueño tontorrón muy agradable. Ojo con dar de mamar en sitios inseguros.
  7. Si el bebé se engancha mal, duele. Muchísimo.
  8. Es frustrante. Al bebé puede costarle mucho coger bien el pezón al principio. Relajate, respira profundo y volved al intentarlo una vez más.
  9. Es muy duro a veces. Flaquearás y querrás dejarlo más veces de las que piensas. Sigue sin miedo. O déjalo sin miedo.
  10. Cualquier problema por pequeño que sea, mamá y teta. Te hartarás de ser el único consuelo de tu bebé. Pero también te encantará ser lo más de lo más para quién es lo más de lo más para ti.
  11. Es la mejor medicina del mundo. Cuando se enferme, no querrá otra cosa y le sentará genial. Para los nervios, el cansancio, para enfrentarse a lo nuevo… Sirve para todo. Siempre me pregunto cómo solventan esto los padres de bibe.
  12. Es la mejor almohada del mundo. Y si lo apartas de ella un segundo, se despertará llorando.
  13. Es el mejor chupete del mundo. ¡Oh, oh!
  14. Darás de mamar donde nunca imaginaste. Quién no haya dado de mamar en el baño, que tire el primer chupete.
  15. Tu armario se dividirá en ropa con la que puedo amamantar y ropa con la que no.
  16. La segunda división en tu armario será: ropa con la que puedo amamantar y queda bien con sujetador de lactancia y la que no.
  17. Leyendas: 10 minutos el bebé mamando en cada pecho. 10. ¿Por qué no 9 u 11? Con calma aprenderás cuando tienes que cambiar, si es que tienes que hacerlo.
  18. En una misma toma resulta que no hay que cambiar de pecho obligatoriamente. A mi niña esto le iba fatal y desde las tres semana solo de doy de uno. Por lo visto, al cambiar de pecho tomaba carbohidratos de los dos pechos pero no llegaba la leche del final que es la que contiene la grasa (tenía demasiada leche por estimular con sacaleches en el hospital). Esto le producía dolor de barriga y cacas de verdes, muy verdes.
  19. Dar de mamar es lo más bonito del mundo. Tendrás tiempo y tiempo para observar, mirar y mirar a tu bebé. Sentirás lo que no has sentido nunca, una y otra vez.
  20. Es supercómodo. Sacar la teta y comida lista. ¡Genial!
  21. Si usas un sacaleche, puede que no salga leche… a no ser que tengas al bebé en el otro pecho. Sip.
  22. Increíble lo que puede cambiar el tamaño de un pecho en un cuarto de hora o menos. 
  23. Te pesarán los pechos, te tirarán de la piel y tendrás el pecho lleno hasta por debajo de las axilas.
  24. Desearás que tú bebé despierte y se pegue un buen banquete.
  25. Sabrás lo que es un pecho duro, pero duro, duro. Y desearás que vuelva a estar blando.
  26. Te pondrás voluntariamente toallas heladas en el pecho.
  27. Aprenderás a masajearte el pecho con la mano libre para ayudar a tu bebé a vaciarlo. Lo harás hasta durmiendo.
  28. Mamar y hacer caca, mamar y hacer caca, mamar y hacer caca… Sí, es normal aunque sean 14 veces.
  29. Te dormirás dando de mamar a tu bebé y llegará un punto que ni te enterés que está mamando. Técnica del acople en modo avanzado MODO ON.
  30. Tu bebé te dará puñetazos si te has dormido para que te apartes, te acerques o cambies de pecho con menos semanas de las que piensas. Comunicación.
  31. Tu pecho ya no es tuyo. Es de tu bebé, te levantará la camiseta o tirará de ella donde le de el hambre. Un bebé tiene paciencia cero.
  32.  Dar el pecho afecta a tu visión. Hormonas puñeteras.
  33. Si te hartas a comer Pimientos de Padrón (en mi caso), puede que tu bebé se harte a tener diarrea.

*Este post está especialmente escrito para el maratón de posts sobre lactancia organizado por Acción contra el Hambre y Madresfera, el #ProyectoK. Los donativos que se consigan irán destinados a promover la lactancia materna en países con altos índices de desnutrición infantil o donde ha habido catástrofes.

¿Quieres donar?  Un euro, dos, cien. Todo ayuda. Gracias. Aquí está su página:

Acción contra el Hambre: dona para la lactancia, dona para la vida.

¿Qué recomendarías a las futuras mamás que quieran dar el pecho? ¿Qué es lo que más te sorprendió de la lactancia materna?

11 comentarios en «Lactancia materna: +30 sorpresas inesperadas»

  1. Me encanta la naturalidad con la que escribes. Mi bebé va a hacer 3 meses y aún come cada hora y media o menos. Es cansado, pero a la vez maravilloso y no le privaría de lo mejor que tengo y que necesita.

    1. Hola, Analy!
      ¡Enhorabuena por tu maternidad!
      Críar es cansado y amamantar también pero la ventaja de tener el alimento siempre listo es muy grande.
      Lo de dar tan frecuentemente es durillo pero mientras estás ahí contemplandolo tranquilo se te olvida el mundo???.
      Os deseo mucha salud y que disfruteis mucho la vida.

      1. Estoy totalmente a favor de la lactancia materna y la estoy llevando a cabo con mi bebé de poco más de 2 meses, pero empieza a cansarme un poco el halo de misticismo que veo tantas veces con cosas que se dicen, como que producimos toda la leche que nuestro bebé necesita. Lo de la lactancia a demanda creo que es, además, MUY matizable. El mío tuvo hipoglucemia en sus primeros días porque se dormía tan profundamente que no pedía el pecho con la frecuencia necesaria. Menos mal que en el hospital me asesoraron bien, porque también habría corrido riesgo de deshidratación.
        Después, lo he tenido a la teta prácticamente todo el día, porque claro, «a demanda» es «a demanda». Resultado: su alimentación, más que dividirse en tomas, ha sido continua, como si fuese alimentado por goteo, y su ganancia de peso es baja. Además, hay veces que, llegado el final del día, ya se cansa, no saca la cantidad de leche que en ese momento necesita (porque el pecho siempre está a medio llenar) y llora.
        Y otra cosa: ¿por qué se habla tan poco de las crisis de lactancia? Sí, es algo temporal, ¿pero realmente merece la pena hacérselo pasar mal al bebé por empeñarse en no complementar de vez en cuando con un biberón?
        Yo SÍ recomiendo tener un sacaleches, y, en caso de ver que el bebé se queda con hambre (porque sí, pueden quedarse con hambre) ofrecerle un biberón con nuestra propia leche. Así me lo han aconsejado en el centro de salud, y, la verdad, agradezco haber dado con profesionales que, apostando por la lactancia materna, lo hacen con realismo.
        Un saludo.

        1. Claro, nuestra historia no es la de todos.
          Con mi segundo peque tuve el sacaleches por el trabajo y genial.
          Con la primera, fue recomendación del hospital para estimular la producción y que a la peque le fuera más fácil y fue un error: empecé a producir demasiada leche con el riesgo que conlleva. Lo bueno es saber adaptarse en cada caso y no generalizar y pensar que hay verdades absolutas.
          En tu caso, tu peque necesita un extra y otros no. Necesidades diferentes, lactancias diferentes.
          Cada caso es único, cada lactancia es única.
          En cualquier caso, la lactancia es un trabajo duro y todas las opciones son válidas aunque no sean la que hemos elegido nosotras.
          Yo recomiendo el sacaleches, si hace falta y si no, no lo recomiendo. Siempre se puede comprar más adelante si es necesario.

        1. ¡Hola, Yanara!
          Es que hay cosas de las que no se habla y otras que aunque te las cuenten, son difíciles de comprender. La lactancia es maravillosa, igual que tener un bebé y criarlo. Pero todo ello también es muy duro y está lleno de retos. Disfruta de tu bebé.
          Mucha salud,
          Marina.

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