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Cómo eliminar o hacer la cuesta de enero llevadera

La cuesta de enero es un problema financiero que se da cuando se junta la subida de precios de principio de año con una mala gestión de la economía doméstica.

Evitarla es relativamente fácil: tenemos que gestionar bien nuestro dinero.

Si nos gastamos todo lo que ganamos o nos endeudamos más de lo conveniente, antes o después nos vamos a ver en apuros.

Es cierto que la subida a principios de año de algunos productos y servicios hace que la mayoría notemos la cuesta de enero pero afecta más haber gastado más de lo que convenía en meses anteriores.

Mucha gente gasta bastante en Navidades y Fin de Año pero aún así no se ven afectados por la cuesta de enero.

¿Por qué?

Fácil.

Buena gestión de su economía.

Se prepararon para afrontar el gasto extra de las Navidades durante los meses anteriores y también reservaron dinero para las rebajas de enero y para el incremento de gastos que se producen en enero.

Muchos también tendrán un fondo de emergencia y un fondo para reparaciones y facturas grandes. A estos el todo no les pilla nunca.

Eliminar la cuesta de enero

Cualquier momento es bueno para tomar control de las finanzas domésticas. Gastar según se gana es muy mal hábito.

Pésimo, para que nos vamos a engañar.

La cuesta de enero se elimina meses antes, anticipando los gastos que vamos a tener.

No es muy difícil empezar y de lo que se trata es de mantenerlo en el tiempo. Tratar las propias finanzas como si fuera una empresa puede hacer que nuestra situación económica mejore mucho con el tiempo.

Por supuesto, en muchos casos la falta de autocontrol nos lleva a hacer compras impulsivas que minan nuestra economía doméstica, ya sea personal o familiar. Para eso la solución es visitar al psicólogo para que nos ayude a superar esa falta de autocontrol ya que todo lo demás va a ser más fácil si sabemos qué nos hace gastar dinero tontamente.

En los casos en que simplemente nunca supimos cómo gestionar nuestro dinero, hay dos cosas básicas mínimas que siempre deberíamos hacer:

  1. Registro. Es fundamental apuntar todos los ingresos y gastos que tenemos para saber a donde va nuestro dinero y dónde está nuestro límite.
  2. Ahorro. Destina una cantidad fija a ahorrar todos los meses así nunca te verás en apuros en el futuro. Además, sería perfecto que apartaras una cantidad mensual para pagar los gastos grandes: seguros, reparaciones, vacaciones, Navidad. ¿Cómo lo calculas? Suma lo que has gastado el año anterior, redondea hacia arriba, divide entre doce y, de nuevo, redondea hacia arriba. Eso es lo que tienes que apartar mínimo para no tener problemas en hacer frente a esos gastos.

Planificar gastos y repartir el dinero, es fácil y nos va a ahorrar muchos sustos.

Esto sería lo mínimo y lo deberíamos hacer todos los meses pero ¿qué pasa si ya nos ha pillado el toro y ya vemos que la cuesta de enero se nos va a hacer muy difícil?

Hacer la cuesta de enero más fácil

Si ya estás en diciembre y has gastado demasiado o incluso ya es enero y no te dan las cuentas hay algunas cosas que puedes hacer para sufrir lo menos posible los efectos de la cuesta de enero.

Otro problema es que a veces arrastramos los efectos de la cuesta de enero varios meses y también tenemos que trabajar en eso.

Por supuesto lo primero es que tengas claras las prioridades ¿qué es lo más importante? Para la mayoría, lo más prioritario va ser pagar la vivienda, la luz, el agua y comer.

Teniendo claras las prioridades, nos costará menos eliminar gastos superfluos y posponer otros. En otros casos lo que tendremos que hacer reducir gastos. Veamos formas de hacer todo eso:

  • Revisa todos tus pagos pendientes y calcula cuánto dinero exactamente vas a necesitar.
  • Traza un plan para empezar a pagar tus deudas en los siguientes meses y marca una cantidad mínima para ahorrar mes a mes. El día que cobres debes separar esa cantidad en otra cuenta. Este paso es para evitar sustos futuros y para mentalizarnos de que debemos controlar lo que hacemos con nuestro dinero.
  • Nada de restaurantes o comer fuera.
  • Nada de máquinas de bebidas, bocadillos, chocolatinas
  • Marca un presupuesto para rebajas y compra lo imprescindible. Revisa ese presupuesto ¿en serio si puedes permitírtelo? Si no puedes, sáltate las rebajas.
  • Di no a todos los caprichos por pequeños que sean al menos hasta salir totalmente del bache económico.
  • Revisa toda la comida que tienes en casa y empieza a ver que recetas puedes hacer con ellas para los siguientes días.
  • Busca los productos de temporada en el súper y los más económicos también y haz una lista de recetas baratas de la que tirar todo el mes combinadas con recetas que incluyan lo que ya tienes en casa. Ojo, barato no significa insano de hecho, es una buena manera de empezar a comer mejor.
  • Haz la compra como máximo una vez a la semana y con lista de compra. Haz la lista pensando en lo que cocinarás esa semana (menú semanal). Incluye desayunos y meriendas. Cada vez que vamos al súper acabamos picando en algo que NO necesitamos.
  • Revisa todas tus suscripciones y da de baja todas las que no uses o uses poco.
  • Lleva tu comida y termo al trabajo.
  • Nada de bebidas alcohólicas o refrescos. ¿Has pensado cuánto te cuestan al mes alguna vez? Además tu salud te lo agradecerá.
  • Si fumas, es el momento perfecto para dejarlo.
  • Da de baja las tarjetas que no uses pero que estás pagando (yo tampoco lo entiendo pero es bastante común).
  • Controla tus gastos hormiga al máximo.
  • Minimiza tus gastos de luz y agua.
  • Atrasa cualquier cita de belleza hasta salir del bache.
  • Atrasa cualquier cita de pago que no sea de salud hasta salir del bache.
  • Empieza a organizar tu casa. Tira lo roto o caducado, vende o regala lo que no uses. Así tendrás más espacio y evitarás comprar cosas que ya tienes. También es una forma eficaz de darnos cuenta de cuantas cosas inútiles compramos.

Lo ideal es no llegar a una situación apretada y eso se consigue con planificación. Si gastamos según ganamos tendremos problemas con la cuesta de enero pero también cada vez que nos llegue una factura grande como el seguro o cuando tengamos un imprevisto.

Vamos que para no sufrir la cuesta de enero ni ningún otro bache económico, lo mejor es que nos administremos bien todos los meses.

¿Te afecta la cuesta de enero?¿Habías tomado medidas con anticipación o fue por falta de planificación?

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