Saltar al contenido
Portada » Crianza » ¿Cuándo introducir el yogur para bebés?

¿Cuándo introducir el yogur para bebés?

Bebe sonriente embadurnado de yogur con una cuchara en la mano

Esta es una de las muchas grandes preguntas que nos hacemos las mamás y los papás: ¿cuándo introducimos el yogur para el bebé?

¿Por qué nos interesa tanto saber cuándo podemos introducir el yogur en la alimentación de nuestros bebés?

Pues porque son comodísimos. ¿O no?

Y cuando vamos muertos de cansancio, lo que necesitamos es comodidad. Sacar la tapa, meter la cuchara y llenar su barriga es, sin duda, muy cómodo.

Cuándo puedo empezar a dar yogur a mi bebé

Como mamá que ya ha dejado atrás a dos bebés, os voy a aclarar un par de cosas que os van a iluminar bastante el tema:

  • Si tu bebé tiene algún problema de salud, lo que diga la pediatra. Siempre.
  • Si el bebé está sano, la alimentación complementaria se empieza a los seis meses. En principio, el primer aliento que vas a introducir no va a ser el yogur porque ya le estás dando leche y lo que necesita son otros alimentos que le aporten, precisamente, lo que le falta a la leche. Pero, en teoría, a los seis meses ya le puedes dar yogur al bebé.
  • Leche y lácteos NO son lo mismo. Leche de vaca NO hasta el año por lo menos.
  • Un yogur para bebé tiene que ser sano, revisad la etiqueta y fijaos que no tenga azúcar añadido y que el sabor venga de la fruta y no de saborizantes o que sea yogur natural.
Bebé con cuchara embadurnado de yogur

Yogures para bebés: sís y noes

Yo he estado ahí, en ese punto en el que buscaba facilitarme la vida porque ya bastante tenía.

Poder sacar un alimento saludable para calmar un bebé hambriento o tenerlo siempre a mano para dárselo a quien le toque cuidar al bebé es cómodo a más no poder.

Mi peque no quiso tomar leche por biberón y teniendo en cuenta que yo trabajaba ya os imagináis el papelón tanto para los cuidadores y como para mí al llegar a casa.

Con paciencia y mucho trabajo, conseguían darle un poco de leche materna con una cucharilla.

Por fin llegó la alimentación complementaria BLW y, con ella, el yogur. Ese sí se lo tomaba y tanto para el peque como para los cuidadores fue un alivio tremendo.

El yogur le gustaba y, además, lo saciaba, por lo que estaba mucho más contento ( ¡y yo y los cuidadores más!).

Obviamente, cada familia y cada bebé tiene su historia detrás, pero ya veis que os puedo dar unas cuantas recomendaciones respecto a los yogures para bebés desde nuestra propia experiencia.

He escrito muchas veces sobre el BLW y, como sé que muchas mamás y papás dudáis, os aclaro que la cuchara es parte del proceso. No tenéis que evitarla para nada. De hecho, lo que queremos es que acaben usando los cubiertos y coman como nosotros. ¿O no?

Alguna vez he contado que usábamos dos cucharas: con una le dábamos la comida (caldo, sopa, yogur, muesli…) y la otra se la poníamos en la mano para que fuera practicando. Así, de paso, se entretenía y no agarraba la que tú tenías en la mano y te tiraba toda la comida.

Volviendo a los yogures, nutricionalmente el yogur es un buen alimento, si, como os decía más arriba, no lleva azúcar añadidos y el sabor proviene de purés de frutas y no de saborizantes o si directamente es un yogur natural.

A nivel práctico, como mamá os recomiendo mucho que sean de los que no necesitan nevera (pasteurizados). Esto es un ventajón para poder llevarlos a cualquier parte y los convierte en las meriendas para bebés ideales si te tienes que ir pitando.

Si no se lo comen todo, suelen aguantar 24 horas en la nevera abiertos. Muchos de estos yogures son fruta y yogur, por lo que ya no tienes que andar con la fruta. Al no necesitar frío, lo puedes meter en la pañalera y no pensar en cuánto tiempo va a pasar hasta que se lo coma o llevarlo de reserva.

Otra cosa que va genial para llevar, son los yogures que vienen botes de cristal con tapa, así si en ese momento no tiene hambre, lo puedes cerrar y dárselo en un rato.

A parte de evitar los yogures azucarados o saborizados, mucho ojo a darle yogur con trozos de frutas al principio. Una cosa es que se coma una patata con la mano y otra es un trozo de fruta en la cuchara. Hasta que comen muy bien, los trozos en la cuchara pueden ser bastante peligrosos.

Sobretodo tened cuidado con las frutas duras, como la manzana. Lo mismo pasa con los trozos de frutos secos.

Si sois de BLW, podéis darle el yogur y por otro lado que se coma la fruta con la mano.

Tanto si sois de BLW como si no, podéis triturar la fruta y añadirla a un yogur natural. La fruta rallada también vale, si queréis que se acostumbren a distintas texturas.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *