Es un hecho.
La casa no se limpia sola.
Lo he probado.
He dejado el polvo de los muebles de casa sin limpiar tres semanas.
El polvo no desapareció. Al contrario, podría sembrar flores en la gruesa capa que se formó sobre los muebles (al crecer taparían el polvo…podría ser interesante).
Finalmente tuve que limpiarlo. Y es un rollo con mi bebé pidiendo teta, compañía, comida o jugar todo el día. Y no, no quiero dejarla llorar.
Ella es más importante que el polvo. Mucho más.
Pero tengo que limpiar. No hay discusión posible.
Podría hacerlo mientras duerme pero si se me cae algo la despierto y la liamos. Prefiero escribir para el blog mientras todo esta tranquilo y en silencio. Para limpiar tampoco necesito un ambiente tan relajado. Me sirve con que me deje limpiar.
O aprovecho y me tomo un café o un cacao mientras miro el Twitter, el Pinterest o el G+. ¿Quién ha dicho que tenga que trabajar de sol a sol?
Encontré una manera de limpiar y además que ella pase un rato genial. Mató dos tres pájaros de un tiro: limpio, jugamos y me ahorro tiempo (porque lo tendría que hacer…cuando la niña estuviera durmiendo y ¡no, no, no!)
¿Aún no sabes como entretener a tu bebé mientras limpias? Es más sencillo de lo que imaginas…
Entretén a tú bebé mientras sacas el polvo
- Divide el trabajo. Si tu casa es muy grande mejor que dividas el trabajo en tareas de media hora más o menos. Tantea cual es el límite de tu peque. Lo haces un par de veces al día o en varios días.
- Coge tus paños y esponjas. Dale un paño y una esponja iguales a tu hijo o hija (o a los que sean).
- Limpiar donde tu peque pueda llegar y no haya nada peligroso cerca (un estante bajo vacío, una puerta…). Te imitará.
- Déjale «limpiando» ahí y limpia donde necesites. Puedes darle algún objeto seguro al peque para que «lo limpie».
- Si no ha pasado media hora, puedes repetir el proceso en otra zona. Si no quiere o empieza a aburrirse moja la esponja o el paño en agua limpia, escúrrela bien y dásela, les resulta muy estimulante y curioso. Si ya has llegado a los treinta minutos más o menos tú bebé estará aburrido. Sigue más tarde u otro día. Es mejor que no abusemos de su paciencia o no querrá repetirlo, total el polvo no se irá a ningún lado (¡qué más quisiéramos!)
- No le quites la esponja y el trapo por la fuerza, pídeselo. Y dale las gracias por su ayuda y por lo bien que lo ha hecho. ¡Querrá volver a ayudarte siempre!
- Lava bien la esponja y el paño que le diste a tú pequeño ayudante. Déjalos que se sequen bien y guárdalos. Mejor que uses siempre eses que no han sido usados con ningún detergente, ponle una marca si lo necesitas. Piensa que se los puede llevar a la boca o a los ojos.
- Esto sirve para limpiar sobre los muebles, cristales, lacenas, la cocina, etc… Vigila que no pueda caerle nada encima (objetos, detergente).Mejor usa un paño húmedo, sin detergentes y sin tener un barreño de agua cerca. Ahórrate sustos.
- No sirve para limpiar los baños o el horno donde normalmente utilizamos limpiadores fuertes y en zonas a las que puede acceder.
- Tampoco sirve para el suelo, querrá coger el aspirador, la mopa, la escoba, la fregona o lo que quiera que vayamos a usar.
BONUS TIP 1:Le encantará ayudarte a vaciar la secadora. Mientra tu peque saca todo para una bañera limpia y lo vuelve a meter y lo vuelve a sacar…, puedes ir doblando la ropa que no vayas a planchar.
Yo doblo y cuelgo todo inmediatamente. Bien estiradito y queda muy bien. Prácticamente no plancho. Solo lo que necesito y así no tengo montañas de ropa sin guardar. Me ahorro horas de plancha (odio planchar) que dedico a mi niña o a mi marido(sí, papá también se merece atención de cuando en cuando).
Antes de empezar, revisa que sus manos estén bien limpias o en vez de ahorrar tiempo, lo perderás volviendo a lavarlo todo.Cierra bien la puerta para que después no intente meterse dentro.
BONUS TIP 2: Para ahorrarte tiempo, lava sus juguetes en el lavavajillas a baja temperatura o en la lavadora.
Con estos cositas tan sencilla, conseguirás ahorrar mucho tiempo con lo que reducirás tu estrés. Con el tiempo extra podrás adelantar otros trabajos o programar actividades que os diviertan a todos. O darte un largo baño con lo que reducirás más aún tu estrés.
¡Pruébalo y cuéntamelo!