Jugar fuera en otoño es una aventura constante. De las entretenidas. Esas en las que el tiempo se pasa volando para todos. Hay muchas cosas ocultas que descubrir y un montón de tesoros que podemos llevarnos a casa o simplemente buscarlos y mirarlos.
Es muy entretenido ver como las flores o los árboles cambian.
Nosotros salimos cada día a buscar tesoros. Tenemos la suerte de tener a nuestra perrita que nos ayuda. Siempre la involucramos en nuestras aventuras. Los que mejor nos lo pasamos viendo trabajar al combo perro-niña pequeña somos los papás. De esa combinación nunca sabes lo que va a salir. Es un no parar de sorpresas. Buenas, casi siempre.
Lo primero es decidir la ruta, mirar el tiempo que hace, vestirnos adecuadamente y coger los materiales que necesitaremos(sigue leyendo y te lo cuento). Si el tiempo está que no sabes si lloverá o no, haz como nosotros y lleva siempre impermeables en el bolso o en el carrito. Si tienes carrito, no te olvides de impermeable del carrito.
Una vez que tenéis todo lo necesario, debéis decidir que tesoro vais a buscar. Uno o dos porque si no no avanzareis nada en el paseo. Total con los peques siempre se lía la cosa y van a buscar lo mismo que el día anterior o lo que más le guste a ellos pero por lo menos salir de casa con uno o dos «objetivos tesoriles» claros.
Podéis buscar cosas con las que hacer manualidades u otros juegos en casa. Nosotros hicimos esta bruja volando con luna y estrellas y estas escobas para Halloween. El límite tu/su imaginación (infinito, vamos).
Ahora te cuento todo lo que necesitas y los tesoros más guais del otoño.
Materiales para buscar tesoros:
- Cubo, cestita, bolsa de tela, bote de yogur grande con asa (se la puedes poner con un cordel)… O lo que sea que sirva para meter los tesoros y llevarlos a casa si procede. Que sea fácil de limpiar o no importe que se manche.
- Pala. Es opcional pero añade un plus de diversión y entretenimiento grande, grande.
- Cámara de fotos. La del móvil vale más que de sobra.
- Vestimenta acorde a las condiciones climáticas, como ya dije antes. Esto es lo más importante, no es plan de empaparse o pasar un frío terrible en vez de pasárnoslo bien.
Tesoros otoñales que podemos tocar, coger y llevarnos a casa
- Hojas secas. Para los niños que ya entienden pueden buscar de un árbol, un tamaño o un color determinado.
- Hierba seca o paja.
- Palitos, palos y ramitas.
- Flores del campo. Puedes intentar que solo cojan algunas. Es complicado pero deben aprender a no arrancar todo lo que pillen por delante.
- Frutos que están en le camino como avellanas o nueces. ¡Ñam, ñam! Totalmente prohibido entran en propiedades privadas a cogerlos sin permiso. Eso se llama robar. Los cuervos tiran un montón de nueces a los caminos para que se rompan y si no se rompen las dejan por ahí. Aprovéchalas para hacer un brownie. Las cáscaras son unos barquitos muy lindos. También es fácil encontrar manzanas o ciruelas en buen estado.
Tesoros que solo podemos mirar y, a veces, fotografiar
- Calabazas expuestas para vender. Menuda gracia le hará a los dueños si se caen. No digo más.
- Flores para vender de los ‘jardines autoservicio’. Es muy habitual por aquí encontrar casas que tengan un pequeño jardín de flores para que tu misma selecciones y cortes las flores que quieras. Suelen tener varias tijeras y tijeras de podar para cortar las flores. Tienen un listado con los precios y un sitio para dejar el dinero.
- Decoración de los jardines o entradas de las casas hechos con calabazas y otros materiales reciclados típicos del otoño. Así también aprenden a respetar lo que es de otros. Aquí casi todas las casas tienen la entrada adornada y la van cambiando según las estaciones y las fiestas.
- Animales. Nunca molestamos a los animales tengan el tamaño que tengan.
- Cacas. No se tocan. Sean del animal que sea. Tampoco les hacemos fotos.
La verdad es que nosotros los pasamos genial en estas búsquedas de tesoros. Por ejemplo, hoy hemos salido a buscar pájaros en el cielo (volando) y hojas amarillas. Realmente no se si tiene claro que el amarillo es un color pero llenar ha llenado el cubo. Me las enseña una a una, de vez en cuando para a revisar lo que tiene en el cubo o hace que escava con la pala, las mira por un lado y por otro, las tira y las vuelve a coger… Entretenimiento puro, te lo aseguro.
Lo que más me gusta de estas aventuras de buscar tesoros es que se pueden adaptar a cualquier edad y cada vez se involucran más.
¿Tus paseos incluyen búsquedas de tesoros? ¿Cuál es tu tesoro otoñal favorito?