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Bebés y perros: ¿quién es quién?

Perro entra en la cocina y me mira insistentemente.

Lo miro.

Me mira.

Lo miro. Me mira y le da al rabo con más brío. Cierro la boca.

Me mira con cara: ¿A que molo? Acaricíciame sobre la nariz o dame un trozo de jamón.

El meneo del rabo se ha extendido a la cadera. Parece Shakira (beso a mamá Shakira, sus peques y el flamate papá). Con más pelo, más nariz, orejas más grandes y sin cantar. Pero tiene ritmo, y bien alegre, en su incesante movimiento rabo-cadera.

Lleva unos pantis rotos de mi niña en la cabeza, una funda vieja de cojín sobre el cuello, una camiseta vieja de mi marido sobre la espada y sobre esta un sombrero. Además un lazo que va de una oreja hasta la cola y llega hasta el suelo.

Detrás entra mi niña con un jersey viejo sobre la cabeza, una manta a modo de capa y una sonrisa que casi no le cabe en la cara.

Me mira con cara de: ¿A que molamos? Dime que bien lo he hecho y acaríciame, mamí.

Se lo pasan pipa.

Cuando tu bebé juegue con tu perro debes darle libertad para desarrollar su propio juego y relación con el perro pero siempre bajo vigilancia. Ten en cuenta que los bebés se emocionan y empiezan a dar golpes a diestra y siniestra cuando menos te lo esperas. Que no tengan la intención de hacer daño no quiere decir que no lo hagan.

Cada vez que lo golpee o le tire del pelo, detenlo inmediatamente. Se trata de ir creando una relación de respeto y un entorno de juego seguro para lo dos desde el principio. Con seis meses no golpeará muy fuerte pero si no lo paras seguirá y después será más complicado que entienda que está mal ya que hasta ese momento si podía hacerlo.

Desde el principio tiene que entender que el perro está vivo, que siente y tiene necesidades. El perro no es un objeto, no es un juguete.

Lo mismo al perro: no puede gruñir, empujar, ponerse encima del bebé o saltarle encima. El bebé no es una presa ni juguete. Debe respetar siempre al bebé.

Una vez sentadas las bases del respeto mutuo te sorprenderán con sus juegos y con los roles que adquieren que es lo que te quiero mostrar hoy. Realmente, jugando con el perro es donde más se refleja lo que nuestro bebé está aprendiendo, lo que le ha llamado la atención últimamente y como crea e inventa.

Flipamos.

JUEGOS ENTRE BEBÉS Y PERROS: ROLES

EL PERRO SERÁ….

  1. Un perro:
    • Lo peinará a su manera. Usará alguno de sus objetos favoritos en ese momento como una cuchara, una tacita, un lápiz, un palo que ha encotrado en el campo, uno de sus zapatos,  …
    • Lo alimentará. Le encantará ponerle su comida. Nos lleva un buen rato pero ella disfruta un montón y está aprendiendo que el perro debe ser alimentado.
    • Le dará de beber. De momento lo hago yo ella me ‘ayuda’ a poner el cuenco del agua en el suelo.
    • Lo sacará de paseo. Esto es algo que hacemos dos veces al día durante al menos media hora pero normalmente le dedicamos una hora. Le gusta ponerle la correa y pasearlo por casa pero a la perra no le gusta nada y solo le dejamos un momento antes de salir. También se lo pasa pipa en el campo paseando a la correa …. sin perro. ¡Jajajaja!
    • Le cogerá las patas para que haga ruido con las uñas en el suelo de laminado. Increíble pero cierto. Tardamos algún tiempo en entender que es lo que hacía, bastante de hecho, hasta que caímos en la cuenta que lo que le llamaba la atención era el ruido que hacía la perra cuando se emocionaba y «taconeaba» con las uñas.
    • Lo acariciará y le rascará la barriga.
  2. Bebé:
    • Le dará comida imaginaria con una cuchara.
    • Le dará agua o leche imaginarios con una tacita o un vaso de plástico.
    • Le limpiará con una servilleta la caca imaginaria del culete del perro.
    • Le limpiará con una servilleta la boca y las patas (manos) después de haberle dado de comida y bebida imaginarias.
    • Le limpiará los dientes imaginariamente.
    • Lo vestirá poniéndole prendas de ropa encima.
    • Lo tapará para que duerma.
    • Le leerá cuentos para que duerma.
    • Si tiene caca, le echará la culpa al perro para seguir jugando en vez de ir a cambiar el pañal.
    • Le reñirá con un ‘No’ si el perro ha hecho algo malo en su opinión que a saber lo que será.
    • Le hablará. En idioma bebé, por supuesto. Pero no perderá oportunidad de pronunciar sus palabras preferidas del momento.
    • Le cantará.
    • Bailarán. O algo así.
    • Lo abrazará.
  3. Un caballo.
    • Si donde vives hay gente montando a caballo, intentará que el perro sea su caballo y subirse encima. Nosotros no le dejamos.
  4. Avión:
    • Esto es lo último en casa. Le encantan los aviones desde la última vez que volamos y todo es susceptible de convertirse en avión. El el caso de la perra va por partes: una oreja o el rabo que se mueve de un lado al otro al ritmo de ‘Ñioooooooooouuuuuuuuuun’.

EL BEBÉ SERÁ….

  1. Un perro:
    • Ladrará y gruñirá si el perro lo hace.
    • Irá a gatas detrás del perro como si fuese un perro.
    • Hará que bebe y come como un perro. Por suerte entenderá pronto que no es un perro. Imagínate la primera vez que sin aviso previo metió la cabeza en el plato. Yo no sabía si es que se encontraba mal y le había dado algo o qué hasta que levantó la cabeza con la boca llena de comida y una sonrisa de oreja a oreja superorgullosísima de si misma, miró al perro y luego a mí. Me quedé ojiplática minuto y medio.
    • Olisqueará el aire con cara de concentración. A saber lo que pensará cuando lo hace. En una posible presa, seguro que no o eso espero.
    • Taconeará para hacer ruido con los pies como el perro con las uñas en el suelo.
    • Imitará al perro cuando esté jadeando con la lengua fuera… y se partirá de risa al mismo tiempo. Le hace mucha gracia.
    • Se meterá siempre que pueda en la cama del perro. Llevamos meses intentando que no lo haga. Ahora por fin parece que lo entiende o quizá es que se ha aburrido. No sé yo.
  2. Mamá:
    • Si el perro es el bebé, ella es la mamá.
  3. Ella misma:
    • Cuando el perro es perro, es ella quien juega, la mima o ayuda con los cuidados que un perro necesita. También cuando salimos de paseo y recoge cacas imaginarias. Está aprendiendo a socializar y a ser responsable.
    • También es ella quien convierte al perro en un caballo o a sus oreja en un avión.

La relación con el perro tiene muchos beneficios. Hace y aprende cosas que sin el perro no serían posibles como no pegarle, respetar sus tiempos para dormir y comer, alimentarla y cuidarla.

Ok.

Le da la lata.

Muchísimo.

Es que esto del respeto y la responsabilidad no se consigue en un día.

¿Acaso un bebé de seis, nueve o quince meses va a entender a la primera ( o a la décima) que el perro quiere dormir cuando a él le apetece tirarle del rabo? Va a ser que no.

Con los bebés es así pero con paciencia y persistencia la cosa mejorará día a día.

¿Qué es lo qué más te ha sorprendido de lo que le has visto hacer a tu bebé con el perro?

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